Rendimiento y desarrollo personal

Cómo te afecta en tu vida la indefensión aprendida

La sensación de impotencia o de no tener el control en cualquier situación es muy incómoda y puede causar sensaciones secundarias de estrés, depresión y ansiedad. Si estos sentimientos continúan porque ocurren en respuesta a cualquier entorno adverso, las personas a menudo desarrollan una condición conocida como indefensión aprendida.

Los psicólogos Martin E.P. Seligman y Steven F. Maier observaron el comportamiento de la indefensión aprendida durante la realización de un estudio en perros que condicionaron a esperar un choque eléctrico después de escuchar un tono. Después de que los perros estuvieron condicionados, los colocaron en una caja de transporte que contenía dos compartimientos separados por una barrera baja. El suelo de las cajas fue electrificado solo en un lado y no en el otro. Los perros sometidos previamente a la parte de acondicionamiento del experimento anterior no hicieron ningún intento de escapar, aunque podían evitar la descarga eléctrica simplemente saltando por encima de una pequeña barrera.

Después de observar en los perros este increíble comportamiento, Seligman comenzó a extender su investigación al comportamiento en otros animales, así como en los seres humanos. Lo que encontró es que algunas personas reaccionan de la misma manera en situaciones repetidas y difíciles donde hay una percepción de falta de control. Como animales, algunas personas simplemente se rinden ante la adversidad, o cuando asumen como cierto que no hay nada que puedan hacer para cambiar las cosas o sus resultados.

Ejemplos de indefensión aprendida en las personas

La indefensión aprendida es un comportamiento bastante común en las relaciones abusivas. La persona abusada cree que es impotente para cambiar su vida, y como los perros, no hace ningún intento de quitarse a sí misma de la electricidad. Los niños a menudo muestran en la escuela signos de indefensión aprendida. Un ejemplo de uso frecuente de esta conducta se refiere a un niño que obtiene malos resultados en pruebas de matemáticas puede comenzar a sentir que nada que lo haga tendrá ningún efecto sobre su conocimiento matemático. Si no se produce ningún tipo de intervención, la sensación del niño de indefensión ante cualquier tipo de tarea de matemáticas se trasladará hasta la edad adulta.

Indefensión aprendida y enfermedades mentales

La indefensión aprendida a menudo se ha asociado con varios desórdenes psicológicos diferentes. Ciertas fobias, la ansiedad y la depresión son los más comunes. Cuando las personas sienten una falta de control sobre sus sentimientos y emociones, a veces abandonan sus esfuerzos de tratar de hacer algo diferente con su depresión o ansiedad.

La indefensión aprendida es peligrosa en enfermedades mentales porque implica que la enfermedad tiene control sobre el individuo. Desafortunadamente, la persona también está controlada por la medicación que se usa para tratar la enfermedad y le aterroriza la posibilidad de no tenerla. En algunos casos, la sensación de impotencia puede conducir a la desesperanza, que, a su vez, puede conducir a pensamientos o intentos suicidas. SEGUIR LEYENDO...

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