Rendimiento y desarrollo personal

Cómo eliminar tus malos hábitos

La primera cosa que necesitas hacer para tomar el control consciente y orientar tus malos hábitos es reconocer su nocividad. Creer que no hay nada que puedas hacer para solucionarlos sólo pospone el daño que estos malos hábitos te harán.

Identifica que desencadena tus malos hábitos

Antes de pasar a practicar mejores hábitos, es importante que primero entiendas lo que te empuja a adoptar malos hábitos. El estrés, el aburrimiento y no ser consciente de ello es a menudo todo lo que se necesita para ponerte a trabajar en un patrón saludable. Antes debes reducir o eliminar los malos patrones de comportamiento para tener éxito en el establecimiento de mejores hábitos.

Por supuesto, la verdadera causa detrás de tus acciones o de la falta de ellas, podría ser algo completamente diferente. Por ejemplo, si te sientes aburrido o con falta de interés en un proyecto, podría ser debido a un miedo al fracaso o a la falta de confianza de que vayas a completar con éxito este proyecto. En cualquier caso, necesitas examinar tu mal hábito y llegar a su raíz. La localización de los malos hábitos desencadenantes te permitirá ayudarte.

Borra el estímulo negativo

Digamos que cada vez que has tratado de aprender mecanografía has conseguido aburrirte. Has decidido que la teclear más lento es mejor que aburrirse, y que lo estás haciendo muy bien con tu estrategia de escritura. O tal vez, te dices que estás tan ocupado que simplemente no tienes tiempo para aprender. Como se señaló anteriormente, la clave de impulsar un nuevo hábito beneficioso es eliminar primero el detonante que provocó el mal hábito.

Si el aburrimiento es lo que te desalienta de aprender mecanografía, entonces tu objetivo es tomar el aburrimiento y convertirlo en emoción. De esta manera tu nuevo hábito estará a tu alrededor y te las arreglarás para cambiar tu vida a mejor. Inscríbete en una clase de la comunidad, compra un software para mecanografiar que incluya juegos, o mira vídeos de YouTube de entretenimiento hechos por expertos de mecanografía.

Para contrarrestar el argumento de "no tengo tiempo", tómate una semana para hacer un seguimiento de cuánto tiempo realmente estás utilizando en tus tareas de mecanografía, y luego calcula cuánto tiempo te ahorrarías si pudieras escribir más rápido. A menudo, simplemente darse cuenta de los beneficios de abandonar un mal hábito proporciona el estímulo que necesitas. La eliminación de los malos hábitos desencadenantes te empujará a pensar en adoptar un nuevo hábito más eficiente.

Cómo eliminar tus malos hábitos

Busca un buen sustituto para el mal hábito

Para adquirir un nuevo hábito es necesario sustituir el malo por uno bueno, en lugar de usar ambos, dependiendo de las circunstancias. La corrección de los malos hábitos no se puede hacer mediante la prohibición o el castigo y sólo se puede hacer reemplazándola con un buen hábito.

Un buen ejemplo es una persona que quiere dejar de fumar, y que ha dejado de fumar en casa, pero aún fuma cuando sale con amigos. Si estás tratando de dejar de fumar, es necesario encontrar otra cosa que puede vencer esos momentos de debilidad, cuando el deseo de fumar se hace irresistible. Evita las situaciones en las que sientas la tentación de volver al hábito de fumar, o encuentra una distracción para apartar tu mente de ese mal hábito. Es importante pensar en llenar el vacío que deja la mala costumbre para que puedas seguir adelante y no caer la tentación de darte por vencido.

Estar preparado para la reacción emocional

Podrías estar decidido a romper un mal hábito, pero los síntomas de abstinencia entran pronto en funcionamiento y hacer que lo reconsideres. ¡No te rindas! Tus hábitos están muy arraigados y es natural que el cuerpo y la mente reaccionen negativamente frente a cualquier desviación de lo que solía ser normal.

Puedes vencer esta necesidad de volver a tus reconfortantes malos hábitos mediante la búsqueda de una alternativa en la que valga la pena centrarse. Tomando los malos pensamientos y convirtiéndolos en positivos te permite darte cuenta de lo trivial de esta necesidad. Esta imagen debe servir como elemento de disuasión.

Anticipa el fracaso y ten un plan para el éxito

Es aconsejable estar preparado para fallar, sobre todo si es la primera vez que tratas de romper un mal hábito que has tenido toda tu vida. Ser consciente de la posibilidad de fracaso te permitirá ser menos duro contigo y darte una segunda oportunidad. Pero no te olvides de planear también el éxito.

¿Por qué no imaginar el "nuevo yo" completamente libre de este mal hábito? Imagina la exitosa versión de ti mismo, la persona rejuvenecida que ha adoptado una forma más eficiente de vida más saludable, conscientemente mejor. Este pensamiento con propósito te ayuda a recopilar el poder que ya tienes pero creando un foco dentro de ti. Centra tu pensamiento con el propósito de acudir a este poder y el enfoque de su impacto en el logro de tu objetivo de romper los malos hábitos, y lo más importante, en la creación de los buenos.

Los malos hábitos socaban tu potencial y tu energía. Toma conciencia de ellos y empieza a eliminarlos uno cada vez. Ya se trate de la dependencia de internet, morderse las uñas, o de un estilo de vida sedentario, los hábitos son temporales y cambiantes. En primer lugar date cuenta de esta realidad, y entonces estarás de camino para encontrar nuevos y mejores hábitos para enriquecer tu vida.